La quiropodia es un tratamiento podológico que consiste principalmente en la eliminación de callosidades y alteraciones en las uñas, como uñas encarnadas, antes de que se puedan producir lesiones graves.
Algunos ejemplos de las patologías más comunes que tratamos son:
la hiperqueratosis
(callosidades y durezas), papilomas (verrugas), problemas dermatológicos del pie (hongos),
uñas encarnadas y prevención del pie diabético.
Por estos motivos, es recomendable acudir al
podólogo al menos una vez al año.
Se trata de un engrosamiento de la piel debido a una presión excesiva o roce, que se conoce
popularmente como dureza.
Puede estar relacionado con una presión externa derivada del calzado, o una presión interna
como un dedo martillo o una mala pisada.
Este engrosamiento de la piel puede producir molestias y derivar futuras lesiones.
Los helomas, coloquialmente conocidos como callos, son un engrosamiento de la piel que
crece hacia capas más profundas que la dureza, generando dolor intenso a la compresión
directa, al caminar, e incluso provocando dificultad a la hora de emplear determinados
calzados.
Estas se producen en zonas de roce o de traumatismo continuado.